El presidente de Guyana, Irfaan Ali, juró este domingo su segundo mandato tras ser reelecto con el 55% de los votos y una mayoría parlamentaria de 36 escaños. En su discurso de investidura, destacó que su gobierno acelerará la exploración petrolera y negociará contratos más sólidos de participación, con el objetivo de garantizar que la riqueza derivada de este recurso llegue directamente al pueblo guyanés.
Ali, de 45 años, subrayó que la economía del país caribeño, la de mayor crecimiento en el mundo según el FMI, seguirá apalancada en el petróleo y el gas, sectores que han permitido multiplicar por cuatro el presupuesto nacional en los últimos cinco años. Con reservas per cápita de crudo que superan a cualquier otra nación, Guyana alcanzó en 2025 un ingreso promedio de 32.000 dólares, el más alto de América Latina y el Caribe.
El mandatario anunció que el nuevo acuerdo de Producción Compartida contempla un esquema de regalías e impuestos que favorecerá tanto al Estado como a los inversionistas, asegurando ingresos para financiar obras de infraestructura, energía y servicios públicos. Asimismo, prometió continuar la diversificación económica en minería, agricultura, pesca y silvicultura, al tiempo que busca posicionar a Guyana como un polo regional de inversión y cooperación energética.
