Por: Rigoberto Rodríguez

Venezuela ha elevado el tono frente a una posible amenaza militar extranjera tras el despliegue de buques de guerra, tropas y un submarino nuclear estadounidense en el Caribe, en medio de una operación antidrogas. El gobierno de Nicolás Maduro ha respondido con un llamado a la movilización de tropas y milicianos, advirtiendo que, de ser agredidos, se declararían en “lucha armada y República en armas”. Las tensiones se intensifican justo antes del ejercicio naval Unitas 2025, lo que ha generado preocupación por un posible escenario de confrontación en la región.

El presidente Maduro ha denunciado una “amenaza sin precedentes” en el continente, acusando a Estados Unidos de buscar su derrocamiento mediante presión militar, al tiempo que Washington ha incrementado a 50 millones de dólares la recompensa por su captura, alegando su vinculación con el llamado “Cártel de los Soles”. En respuesta, Maduro se ha defendido como un “revolucionario obrero” y ha asegurado estar preparado para enfrentar cualquier escenario con el respaldo del pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Mientras tanto, la tensión diplomática crece. Venezuela ha pedido formalmente a la Celac y a la ONU la retirada de fuerzas estadounidenses del Caribe, alegando que la lucha antidrogas es solo un pretexto para una intervención militar. A pesar de que los canales con EE. UU. no están completamente rotos, Maduro ha advertido sobre el peligro de una guerra promovida por sectores políticos como Marco Rubio. El mandatario pidió a Donald Trump evitar ser manipulado y apostó por el diálogo y el respeto como vías para evitar una escalada sin retorno.

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