Por: Rigoberto Rodríguez
Durante su bendición dominical desde el Vaticano, el papa León XIV pidió el fin de la “pandemia de armas, grandes y pequeñas”, al orar por las víctimas de un tiroteo ocurrido durante una misa escolar en Minneapolis. El pontífice, el primero de nacionalidad estadounidense, condenó en inglés la violencia armada que azota tanto a su país natal como al resto del mundo. “Recordamos en nuestras oraciones a los innumerables niños asesinados y heridos cada día. Roguemos a Dios que detenga esta pandemia de armas que infecta nuestro mundo”, expresó desde la ventana de su estudio con vistas a la plaza de San Pedro.
El ataque tuvo lugar el pasado miércoles en la iglesia de la Anunciación, donde dos niños murieron y otras 20 personas resultaron heridas cuando una mujer armada disparó 116 veces a través de las vidrieras del templo antes de quitarse la vida. El lugar estaba colmado de fieles, incluidos estudiantes de la escuela católica de la Anunciación, reunidos para participar en una eucaristía. El suceso ha reavivado el debate sobre la violencia armada en lugares de culto y escuelas.
El papa León XIV se une así a la postura crítica de su predecesor, el papa Francisco, quien durante años denunció la industria armamentística, a la que calificó de “mercaderes de la muerte”. En su histórico discurso ante el Congreso de Estados Unidos en 2015, Francisco cuestionó la venta de armas con el único propósito de matar, y señaló que el beneficio económico detrás de estas transacciones está “empapado en sangre inocente”.
Además de su llamado contra la violencia con armas, León XIV exigió un alto el fuego inmediato en Ucrania y urgió a las partes enfrentadas a comprometerse con el diálogo. “Es hora de abandonar la lógica de las armas y recorrer el camino de la negociación y la paz, con el respaldo de la comunidad internacional”, afirmó. “La voz de las armas debe callar, para que pueda alzarse la voz de la fraternidad y la justicia”.
