Más de 50 víctimas fatales y un centenar de heridos
Pakistán se encuentra nuevamente bajo el azote de los devastadores monzones, que en la última semana han cobrado la vida de al menos 57 personas y han dejado 99 heridos a lo largo y ancho del país. Las intensas lluvias, una característica recurrente de esta temporada, han provocado inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en diversas regiones, afectando gravemente la infraestructura, los hogares y los medios de vida de miles de paquistaníes. La magnitud de la tragedia subraya la vulnerabilidad del país ante fenómenos meteorológicos extremos, agravada por el cambio climático.
Las autoridades paquistaníes y las organizaciones de ayuda humanitaria se encuentran en una carrera contra el tiempo para brindar asistencia a las comunidades afectadas, incluyendo el rescate de personas atrapadas, la evacuación de zonas de riesgo y la provisión de alimentos, agua potable y refugio. La situación es crítica en varias provincias, donde las comunicaciones y el transporte se han visto interrumpidos, dificultando los esfuerzos de socorro. Se espera que las lluvias continúen en los próximos días, lo que podría empeorar aún más la ya precaria situación humanitaria y aumentar el número de víctimas.
